Punto de encuentro de los que compartimos unos cuantos años en los Colegios Corazonistas de Claudio Coello y Alfonso XIII de Madrid, y a los que nos queda un buen recuerdo de aquella época de nuestra infancia y juventud.
miércoles, 30 de junio de 2010
Fachada principal del Colegio en Alfonso XIII, 127
Ahora toca una imagen del Colegio en Alfonso XIII, pero con solera.
La foto es de la postal que existía de los años 60.Hay otra postal del Sagrado Corazón en el hall que si la encuentro te la mando. Ésta de la fachada ha servido muchos años para que el Hno. Director felicitase a los alumnos en el día de su cumpleaños.Pasaba por la clase,te daba un estirón de orejas y te entregaba la postal.
Un poco de chascarrillo: La esquina del edificio más cercana que se ve en la foto, en el sótano y con entrada por la callecita, estaban las comedores, por el lado del patio. Me acuerdo de los carros con la comida, de una de las señoras que atendían el comedor y que era la madre de un compañero de mi clase por los años 70. Se llamaba Medina y jugaba bien al baloncesto. Me acuerdo de del Hno Felipe, con aquel timbre y el soporte de madera en negro que, separándolo del artilugio, le servía para que con uno o dos golpes en una mesa que tuviera más amano, nos calláramos "de una vez". En cierta ocasión me castigó sin volver la patio por no comer natillas. Esos platos de duralex con las natillas y una María Fontaneda flotando en medio. Y siguen sin gustarme las natillas. jaja
La foto es de la postal que existía de los años 60.Hay otra postal del Sagrado Corazón en el hall que si la encuentro te la mando. Ésta de la fachada ha servido muchos años para que el Hno. Director felicitase a los alumnos en el día de su cumpleaños.Pasaba por la clase,te daba un estirón de orejas y te entregaba la postal.
ResponderEliminarUn poco de chascarrillo:
ResponderEliminarLa esquina del edificio más cercana que se ve en la foto, en el sótano y con entrada por la callecita, estaban las comedores, por el lado del patio. Me acuerdo de los carros con la comida, de una de las señoras que atendían el comedor y que era la madre de un compañero de mi clase por los años 70. Se llamaba Medina y jugaba bien al baloncesto. Me acuerdo de del Hno Felipe, con aquel timbre y el soporte de madera en negro que, separándolo del artilugio, le servía para que con uno o dos golpes en una mesa que tuviera más amano, nos calláramos "de una vez". En cierta ocasión me castigó sin volver la patio por no comer natillas. Esos platos de duralex con las natillas y una María Fontaneda flotando en medio.
Y siguen sin gustarme las natillas. jaja
Me acuerdo perfectamente de las natillas "flotantes". Y de las salchichas con puré. Un dia me llegué a comer 20 salchichas¡¡
ResponderEliminarY los bocadillos de chocolate y de caballa (¡Vaya donde vaya, bocadillo de caballa¡) para merendar.