domingo, 25 de abril de 2021

Contra una burda mentira y libelo

He dudado un poco si molestarme en contestar a una infamia de articulo ANÓNIMO de un supuesto ex-alumno Corazonista del Hermano Gabilondo, hoy Don Ángel Gabilondo.


Pero no lo he dudado mucho. Es una escoria de artículo, lleno de falsedades, y odio que identifican la pocilga moral e intelectual en la que habita el ANÓNIMO autor del artículo. Aunque esta calificación que hago, no me impide reconocer las lágrimas de tristeza que me han saltado, por lo que creo que es el nivel moral e intelectual de nuestra querida patria España.

Empiezo diciendo que mi artículo no proviene de un sospechoso de ideas cercanas al señor Gabilondo. Quien me sigue en las Redes Sociales, saben que estoy en las antípodas ideológicas, moral y religiosa de los nuevos compañeros de viaje del señor Gabilondo en estas elecciones. Creo que son los creadores del cáncer de odio que se extiende por España. Y considero que el autor ANÓNIMO del panfleto, bulo o libelo, es un alumno y representante aventajado de este odio. Es decir, que muchos indigentes intelectuales y que no saben analizar, debatir y que no han leído de historia y cultura, me dirían que soy un facha. Me afecta lo justo.

Yo fui alumno Corazonista (nací en 1960) en el colegio de Claudio Coello 123 desde el año 1964 (párvulos) hasta el curso 1972-1973 (3º Bachillerato).  En el curso 1973-1974 (4º de Bachillerato), nos mudamos un año antes de lo previsto (se hacía en 5º de Bachillerato) al colegio de Alfonso XIII 127, donde finalicé COU en el año 1976-1977. El motivo es que se vendió el palacete del colegio de Claudio Coello. 

Soy Corazonista 100%, y no le guardo ni una chispa de odio o de rencor al colegio, ni a sus hermanos, ni me ha generado problemas psicológicos el estudiar allí. Situaciones que me dan la impresión de que afectan al ANÓNIMO autor del artículo. A mí me ocurre lo contrario. Soy lo que soy, gracias al colegio, a sus hermanos y profesores, y a su formación y a los valores que recibí. Me permitió esforzarme para poder estudiar y obtener el título de Ingeniero Aeronáutico, tener una carrera profesional bastante aseada y la cual continúo. Me ayudó a formar una familia hace 26 años con 4 hijos, y a luchar para continuar felizmente casado. Son esas cosas de los valores que ya no están de moda.
Con relación al artículo que quiero refutar, obviamente yo no estuve en todas las clases, cursos y situaciones en los que estuvo el hermano Gabilondo. Y por lo que leo, no debí coincidir con el ANÓNIMO autor del artículo. Siempre me podrá decir: “tu no estuviste el día que ocurrió lo que yo cuento”.

Pero mi experiencia y la de bastantes alumnos y compañeros corazonistas que tuvimos al hermano Gabilondo como profesor, y sobre todo las inexactitudes o mentiras del artículo que comentaré, me llevan a la conclusión que o es una burda mentira, un montaje, o un síntoma de Alzheimer del ANÓNIMO autor del artículo.

Y lo curioso o sospechoso, es que este artículo al que quiero responder, se publica una semana después de que otro periodista se pusiera en contacto conmigo (tengo los mails intercambiados y el registro de llamadas), al descubrir que yo era el autor del blog Corazonistas (https://loscorazonistas.blogspot.com) y que en él mencionaba al hermano Gabilondo. Con mucho interés el periodista me preguntaba e insistía en si el hermano daba “leches u …”, y que si tenía una foto suya con sotana.

Mi respuesta al periodista y al ANÓNIMO autor del artículo, es que el recuerdo del hermano Gabilondo se centra sobre todo en la canción de los Reyes Godos cantados que nos enseñó sobre el año 1972 en el colegio de Claudio Coello (primer error o falsedad del artículo), y que yo sigo cantando de memoria casi 50 años después. Y que me acuerdo de su sotana inmaculada abotonada hasta arriba como el resto de los hermanos. Soy discromático, pero sé distinguir el rosa del blanco y del negro, y considero otra falsedad. El comentario de su camisa rosa. Al periodista también le conté que lo que llamaba la atención ver a un hermano joven, con sotana y con el pelo largo negro (siguiente falsedad del artículo, ya que no llevaba “estudiada melenita rubia”).

Es decir, me cuesta creer que “los alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de la calle Alfonso XIII de Madrid, allá por los años 1971 a 1973”, …porque hasta septiembre de 1973 estaba en el colegio de Claudio Coello.

Al periodista le comenté que a diferencia de otros hermanos que usaban con diferente frecuencia los capones, las reglas en las manos o algún tortazo, del hermano Gabilondo ni yo, ni los compañeros con las que contamos batallitas del colegio, tenemos ese recuerdo. Todo lo contrario. Le dije al periodista que el hermano Gabilondo era el hermano más joven. Me saca 11 años, y me enseñó los Reyes Godos con 23 años. Joven, tímido, y por su carácter y su posición dentro de los hermanos, no utilizó nunca delante de nosotros esos métodos. Y me jugaría una cena, que no los utilizó nunca. Métodos que hoy en día pueden escandalizar, pero que eran habituales en esa época. En España (ya fueran en colegios religiosos o no), y en otros países. Es un error criticar y juzgar con ojos de hoy en día las actuaciones de hace muchos años. Es una moda “progre” dominante hacer estos juicios históricos y políticos de acontecimientos de décadas o siglos pasados.

Hablando hace unas horas con un compañero de clase del colegio, y alumno del hermano Gabilondo (otra falsedad del artículo es que le llamaran “Hermano Gabi: Así te llamábamos los alumnos” ¡¡Era siempre el hermano Gabilondo¡¡) me confirma el carácter pausado, para nosotros aburrido que tenía en clase. Siempre intentando reflexionar con nosotros los temas que nos explicaban. Cuadra con el concepto de “soso” que se autodefine. Pero nunca agresivo. ¡¡Nunca¡¡¡

Quizás el único tortazo que debería haber dado en su momento el hermano debiera haber sido al supuesto autor ANÓNIMO del artículo. Se lo tiene merecido. Pero sé que Ángel Gabilondo se molestará por este comentario mío.

Terminé diciendo al periodista que poco le podía ayudar en su búsqueda, que me parece poco ética, y sobre todo le dije que, si a pesar de todo escribía algo, no toleraría que se metiera, no con el hermano Gabilondo (no tiene argumentos) sino con los Corazonistas. Porque yo, además de católico, español, y Atlético me considero Corazonista. 

Y cuando veo los artículos y comentarios llenos de odio y falsedades, me cuesta aguantarme. Sé que el que busca munición contra el actual candidato socialista, le dará igual mis argumentos, declaración y datos. Pasa lo mismo cuando se difunden mentiras contra alguien de derechas y se le tilda de fascista.

Pero es esta es mi experiencia con el hermano Gabilondo y con mis queridos Corazonistas.

Y lo escribe alguien que no le va a votar en las próximas elecciones, y que firma el artículo, a diferencia del autor ANÓNIMO.

Luis Gómez Gómez

(PD: Estoy dispuesto a refrendar ante un juez mi testimonio si Don Ángel Gabilondo o los Corazonistas consideran adecuado interponer una demanda por el artículo en cuestión)